Hace tiempo que mi hija Aurora hizo esta deliciosa tarta y me ha insistido en que la publicara en el blog para que todos la podáis disfrutar tanto como nosotros aquel día. Digo aquel día porque no duró más de uno. ¡Estaba tan apetitosa! ¡Y en casa somos tan golosas! A Aurora, Marta y a mí, a golosas no nos gana nadie.😍😍😍
INGREDIENTES:
- 150 g. de galletas María sin gluten
- 300 g. de queso mascarpone
- Mermelada de frambuesa para la superficie
FORMA DE HACER LA TARTA:
- Trituramos las galletas metiéndolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo. Si tienes picadora, utilízala: se trituran mejor. Mezclamos las galletas trituradas con la mantequilla derretida. Las mezclamos bien hasta que se quede bien compacta la mezcla y la distribuimos por toda la superficie de un molde redondo. Metemos el molde en el frigorífico para que se enfríe mientras preparamos el resto de la tarta.
- En un cazo, calentamos la nata a fuego suave. Mientras, ponemos las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría para que se hidraten. A punto de llegar la nata a ebullición, añadimos el queso mascarpone y el azúcar y removemos bien; a continuación añadimos la gelatina y dejamos cocer un par de minutos sin dejar de remover, evitando que el líquido borbotee. Lo dejamos templar.
- A continuación sacamos el molde del frigorífico. Vertemos sobre la base de galletas la mezcla del cazo y cuando se enfríe volvemos a meterla en el frigorífico. La tarta debe estar al menos cuatro horas para que cuaje y quede bien fresquita.
- A la hora de servir, desmoldamos la tarta y cubrimos con mermelada de frambuesa previamente desleída con un poco de agua para que se extienda mejor sobre la tarta.
INGREDIENTES:
