Después de un tiempo sin vernos y sin leernos, os traigo un plato exquisito elaborado con pescado y tomate. ¿Queréis darle un toque señorial a la popular sardina? Pues hacedme caso y veréis qué fácil. Como entrante es muy resultón. Esta receta nos la han inspirado dos personas: el marinado, el famoso cocinero Martín Berasategui, y la base de tomate, nuestra querida prima Maribel, famosa en mi pueblo por sus ricas tapas en el bar Pío, nuestro lugar favorito para compartir conversación, entre abrazos de saludo y jarras de cerveza bien fresquita.
Ingredientes:
Para la marinada
12 sardinas pequeñas.
1 l de agua salada muy fría.
225 cl de vinagre de sidra, zumo y cáscara rallada de un limón.
Para el tomate
2 tomates maduros.
1 diente de ajo.
Para la marinada
12 sardinas pequeñas.
1 l de agua salada muy fría.
225 cl de vinagre de sidra, zumo y cáscara rallada de un limón.
Para el tomate
2 tomates maduros.
1 diente de ajo.
Perejil, orégano, pimienta y cominos.
Albahaca fresca.
Aceite de oliva y sal.
1 cucharadita de azúcar (opcional).
Preparación:
Preparación:
1. Se lavan las sardinas, eliminando bien las escamas con un cuchillo. Se quita la espina central y se hacen filetes. Se mezclan en un recipiente el vinagre, el zumo y la cáscara rallada del limón y se introducen las sardinas. Se mantienen en el frigorífico durante dos o tres horas. Se sacan entonces y se dejan escurrir mientras se prepara la base de tomate.
2. Se pelan los tomates y se rallan. Se machaca el ajo con sal y a continuación los demás condimentos, excepto la albahaca. Se mezcla el majado sobre el tomate triturado y se riega todo con un buen chorro de aceite de oliva virgen (si es de Génave, mi pueblo, está espectacular). Se prueba y si está un poco fuerte, se le añade una pizca de azúcar.
3. Se secan las sardinas con papel de cocina y se colocan en un plato sobre una base de tomate. Se adorna el plato con unas hojas de albahaca fresca.
