Picos, colines, grisines… ¡Cuántas vueltas hay que dar hasta encontrar un supermercado que los venda sin gluten! ¿Habéis intentado hacerlos alguna vez? Nosotros sí y nos hemos atrevido a darle un toque distinto (a unos les hemos añadido tomate y orégano y a otros queso parmesano). Para ser los primeros que hacemos, no nos podemos quejar. Están mucho más buenos que los que venden en las
tiendas. Sin comparación. Y es que como lo casero no hay nada.
Para que resultara más fácil, hemos utilizado un molde de silicona con capacidad para 30. Con las proporciones que os dejamos, salen 90 picos.
Ingredientes:
·
200 ml. de agua
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1 cucharadita rasa de sal
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1 cucharadita rasa de levadura química sin gluten
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200 g. de harina panificable sin gluten
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30 ml. de aceite de oliva crudo
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Parmesano, tomate, orégano… (opcional).
Preparación:
Se mezclan en un bol el agua, la sal y la levadura. Se le
añade la harina y se mezcla hasta conseguir una masa homogénea. Se agrega el
aceite y se remueve hasta integrarlo bien en la masa. Se precalienta el horno a 180 grados.
Mientras, se prepara el molde para colines y con ayuda de una manga pastelera
con boquilla, se van rellenando las ranuras con la masa. Si queremos hacer colines de distintos
sabores, separamos una parte de la masa y le agregamos o bien parmesano rallado
o bien una cucharada de tomate y orégano. Con esta cantidad de masa, salen 90
colines, es decir, 3 moldes completos. Se puede dividir la masa en tres partes
y se hacen 30 colines de cada tipo (normales, con parmesano y con tomate y
orégano). Se cuecen en unos quince minutos. Se dejan enfriar en el molde para
que se terminen de endurecer.
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